El 1 de mayo de 1961 el barrio de San Pedro Regalado se vestía de gala para la inauguración del centro de educación infantil Emaús. Un edificio de nueva construcción patrocinado por el Patronato del Barrio y por la Congregación de Misioneras de Jesús, María y José que pretendía dar servicio a un área obrera de Valladolid en pleno crecimiento. Desde entonces han pasado ya 60 años -se dice pronto- pero la esencia de Emaús permanece intacta.
Del mismo modo que nació con la intención de ayudar a las familias a conciliar la vida personal y profesional, en el marco de una cada vez más creciente incorporación de las mujeres al mundo laboral, ahora mantiene ese espíritu de una manera si cabe más acentuada por las circunstancias de la vida actual.
Vocación de educar. Vocación de formar. Vocación de ayudar. Vocación de formar parte de las más de 2.000 familias que desde aquel 1 de mayo han confiado en Emaús en una etapa vital crucial para los más pequeños. Los hombres y mujeres del futuro que ahora ya son los abuelos y padres del presente, y que siguen confiando en el proyecto nacido en 1961.
El alma mater del centro fue la madre Felisa, aún recordada por los vecinos del barrio por ser la “bondad personificada”, como subraya Nati. La actual directora se ha ganado el respeto y el cariño de todas las familias que han confiado en Emaús para la complementar la crianza de los niños y niñas que, hasta los tres años, comparten con los ojos como platos la aventura de descubrir el mundo.
Tere, Lucía e Irene -junto con Mónica y Maika- tienen la enorme responsabilidad y el enorme orgullo de mimarles y contribuir a su educación en estas edades tan tempranas y tan importantes.
Las familias que hemos pasado y seguimos pasando por Emaús solo podemos darles las GRACIAS, desearles un feliz aniversario y brindar por otros sesenta años de vocación al servicio del barrio.

Agradecida a todos lo que hacéis posible la escuela infantil. Iván está en las mejores manos. Y me da mucha pena que este sea su último año. Gracias a todos